Dirt Showdown - PC y PS3


Los británicos de Codemasters ya no necesitan presentación. Máximos responsables de la fantástica serie Colin McRae, se han consagrado como los auténticos ases de la conducción, una fábrica de sueños motorizada cuyo último exponente, el genial Dirt 3, ya nos dejó durante el año pasado una buena combinación entre espíritu rally y las tan acrobáticas "gymkanhas" que tanta frescura introdujeron en la franquicia.

Codemasters Racing sigue el mismo camino que se marcaron con Dirt 3 en este nuevo videojuego: mantener la esencia jugable gracias a un control excepcional, pero protagonizando un cambio de marcha drástico. Así nace Dirt Showdown, un videojuego que abandona completamente el mundo rally para adentrarse en terrenos menos explorados, aunque no por ello menos divertidos.

De hecho, este nuevo título podríamos definirlo como el momento en que los ingleses se decidieron a crear su particular Destruction Derby. El resultado es una mezcla muy interesante de contenidos, que van desde carreras donde todo vale hasta pruebas de habilidad en las que lucirnos y, por supuesto, batallas masivas en arenas donde gana el coche que más chapa consiga abollar.

Y hay que tener algo muy en cuenta: esto no hubiera sido posible sin una eficiente inteligencia artificial. Cierto es que la obra no presenta una gran evolución con respecto a Dirt 3, pero la adecuada IA -ahora más agresiva- hace que cada prueba sea todo un reto, con rivales que forcejean, que intentan echarnos de la pista y que incluso irán a por nosotros como exhalaciones.

Por supuesto, y otra vez como herencia del trabajo del año pasado, la IA contraria cometerá errores en pista, presentando en este sentido una conducta impredecible, lo cual hay que decir que sienta extraordinariamente a una obra de estas características, puramente arcade. Dirt Showdown no oculta su naturaleza. No pretende nunca, ni tampoco quiere, ser un simulador. Lo suyo es divertirnos a su manera, y eso incluye un sistema de manejo depurado, marca de la casa Codemasters. Es decir, algo fácil de entender pero algo más difícil de llegar a dominar.

Analisis Dirt Showdown


Esa aproximación creemos que es la más acertada para un videojuego que, por ejemplo, enfatiza su carácter desenfadado con dos indicadores (uno de salud y otro de turbo) que ya nos muestran cuáles fueron las intenciones de los diseñadores. Y si no os quedan todavía claras, basta comentar que a medida que embistamos a otros bólidos, nuestra capacidad para apretar el botón "A" o "X" -para así alcanzar velocidades vertiginosas- se verá incrementada.

Golpes a cambio de "nitro" en un programa donde es necesario comentar que se mantienen los "flashbacks", muy a pesar de que ya no tengan la misma utilidad que en el pasado. En efecto, aquí los errores ya no se pagan tan caros como si estuviésemos en pleno rally.

Y no será porque el camino sea precisamente de rosas. Durante cada una de las pruebas nos las veremos con multitud de obstáculos en pista, haciendo que cada circuito (en el caso de carreras o "gymkhanas") y arena (para las batallas) se erija como protagonista de Dirt Showdown. Lo que es más, dependiendo del vehículo escogido cada reto será más o menos llevadero. Y por catálogo no será. Existe una amplia colección de vehículos, cada cual más desenfadado, que poseen varios diseños predefinidos entre los que escoger.

Relativo a esto último, es una lástima que Codemasters Racing no se haya decidido a darnos un editor, ni tan siquiera un garaje donde tocar reglajes. Se nota que nos querían poner las cosas fáciles, y por ello directamente han decidido darnos la oportunidad de modificar determinados aspectos de cada vehículo como la potencia, la resistencia o el manejo (siempre a cambio del dinero que vayamos acumulando). En definitiva, un particular sistema de progresión que debe su existencia a un extenso repertorio de pruebas.

Analisis Dirt Showdown


Resumidamente, un videojuego bien construido que aprovecha el trabajo realizado en Dirt 3 (de lo cual no le culpamos) y lo redirige hacia una perspectiva más cercana a títulos tan antológicos como Destruction Derby. ¿Podría haber sido más innovador? Puede que sí. ¿Posee un alto reciclaje de contenidos? Indudablemente. ¿Requería un mayor número de planteamientos? Pues hubiera sido deseable. Pero lo que nadie puede dudar es que el experimento es divertido y muy recomendable, tanto si se es un incondicional del motor como si nos lo pasamos en grande estrellando coches.


Fuente: http://www.3djuegos.com/juegos/analisis/12660/1/dirt-showdown/

   

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