NFS Hot Pursuit - PC y PS3
|
Criterion Games acertó de pleno con su saga Burnout, que fue
progresando notablemente a lo largo de sus entregas, quizá demasiado
juntas en el tiempo, pero mostrando claramente que el estudio tiene
un toque especial para los juegos de velocidad divertidos, directos
y con clara vocación arcade. No es de extrañar, por tanto, que bajo
el auspicio de Electronic Arts tarde o temprano cogieran las riendas
de una de las vacas sagradas de la compañía, y así es como llega
hasta nosotros Need for Speed: Hot Pursuit, que puede ser un nuevo
comienzo para la veterana saga (y subsaga, de hecho) de policías y
conductores sin un claro conocimiento de la función del freno.
Lo cierto es que el listón marcado en la velocidad con Burnout:
Paradise, de Criterion Games, es muy alto, y en muchos sentidos este
juego no viene a coger el testigo, sino a ofrecer otra propuesta en
el campo de la velocidad, y lo hace con un acierto que esta saga
llevaba mucho tiempo sin conocer. Y es que Need for Speed no ha
tenido, tampoco, entregas mediocres, pero sí que alcanzó un hito de
calidad que luego se desinfló y acabó perdiendo fuerza e impacto
entre el público.
Sin embargo, la impronta del estudio es clara y patente en todo
momento: el estilo visual, el diseño de los coches, incluso la
sensación al volante -virtual- de estos vehículos deportivos de
máximo lujo nos deja intuir la mano de Criterion, así que quienes
hayan disfrutado con sus anteriores títulos no van a sentirse en
absoluto defraudados. Quizás no es un Need for Speed tan clásico
como algunos hubiesen deseado, pero desde luego hace honor al
subtítulo Hot Pursuit, con mucha velocidad y más adrenalina por las
venas.
Se ambienta en un lugar diseñado específicamente para la ocasión,
Seacrest County, un mundo abierto con más de 160 kilómetros de
carreteras por recorrer, y todas ellas preparadas para ir a toda
pastilla. Esto, para los aficionados a las comparaciones, implica
que es cuatro veces más grande que la Paradise City del último
Burnout. La localización es ficticia, sí, pero se corresponde con
relativa facilidad con el imaginario colectivo de una California
lujosa, con grandes autopistas, y sin que la realidad entorpezca
nada. Habrá, claro, quien hubiese preferido una localización real,
pero lo cierto es que aunque es bonito reconocer lugares y
localizaciones, si lo que queremos es velocidad pura en entornos más
o menos urbanos, lo realista y verosímil debe imponerse sobre la
realidad.
Lo cierto es que en este sitio parece que a todo el mundo le sobra
la pasta, es joven, arriesgado, y sabe pisar a fondo el acelerador
sin mucho miedo. Los coches de lujo están a la orden del día, y sus
impuestos han costeado fantásticas carreteras donde nunca vas a
tener que andar pisando huevos. La policía, sin embargo, se toma muy
en serio su trabajo a la hora de intentar poner fin a esta locura de
velocidad, y para ello ponen muchísimos medios.
En muchos sentidos, el juego apuesta por un contexto de fantasía muy
cercano a Burnout, pues no pretende ser realista, en este sentido,
ni en la situación que se genera en las carreteras, ni en las
reacciones del tráfico, ni en las de la policía, pero eso es muy
necesario para inyectarle el espíritu arcade que lo caracteriza. En
cierto modo es un juego gamberro, aunque lejos de la locura
ilimitada de Burnout.
Además, Need for Speed: Hot Pursuit se concentra en hacernos pisar
el acelerador, sin historias complicadas, ni un elaborado guión que,
la verdad, no siempre ha dado buenos resultados en el género. De
hecho, los ha dado bastante regulares. Para ello, nos pone tanto en
el papel de un poli como en el de un corredor, y vamos progresando a
través de los diferentes rangos según ejecutemos los objetivos y
nuestra conducción. Conducir como un loco tiene su recompensa si
eres un corredor, pero ser policía resulta también muy gratificante…
y en realidad te da también carta blanca para hacer casi lo que
quieras. Esto es importante para que el juego sea divertido en ambos
bandos.
Progresivamente accedemos a nuevos vehículos, y podemos
personalizarlos con objetos e incluso algunas armas. Del mismo modo,
el mapa se va abriendo poco a poco, así que hay que ir conduciendo,
escapar de accidentes (y provocarlos), machacar (real y
figuradamente) a los rivales, ganar carreras, etc., y así vamos
sumando más y más contenidos. El progreso de desbloqueo está bien
llevado, y da una buena sensación de recompensa.
La lista de vehículos incluye coches de auténtico lujo, que van
desde un impresionante McLaren F1 hasta un Lamborghini LP 670-4
SuperVeloce, pasando por un Nissan GT-R Spec V, Mercedes SLS AMG,
Porsche Panamera, Bugatti Veyron, etc. Todos los vehículos son
modelos reales, licenciados, y eso se aplica tanto a los coches con
los que corremos como con los vehículos que transitan por las
diversas carreteras.
El tráfico no es intrusivo, pero sí aporta un factor de cohesión y
realismo que se agradece. Si a eso añadimos la climatología
dinámica, el buen diseño de entornos, y la presencia de otros
elementos adicionales repartidos por el escenario, nos encontramos
con un mundo que da una sensación muy vívida. Es algo que se
agradece si optamos por el modo Freedrive, donde podemos,
simplemente, coger un coche y darnos un buen paseo por este condado.
El tiempo va pasando, la climatología puede cambiar, y todo sucede
con suavidad.
Velocidad y espectáculo son las palabras que definen a Need for
Speed: Hot Pursuit, una entrega que acierta en su propuesta y que da
nueva vida a la saga de conducción de Electronic Arts. El modo para
un jugador resulta lo suficientemente variados, y el multijugador, a
través de Autolog, potencia la rejugabilidad y la competitividad
contra jugadores humanos al máximo. Además, el multijugador en línea
más tradicional está bien representado, por lo que la comunidad
online del juego tiene potencial para florecer con fuerza.
Fuente:
http://www.peruplay3.com/analisis_nfs-hot-pursuit.php
|
|
|
|